domingo, 30 de marzo de 2008

TIEMBLAN LOS POLLOS

PARIS, 1979. CORTAZAR LE CONFIESA A OSVALDO SORIANO, FUERA DE REPORTAJE, SU INCIPIENTE FANATISMO HACIA NUEVAS TENDENCIAS...





EL SALMON ES RODOLFO

Hará más o menos unos ocho años, allá por los albores de la etapa “Camboya Profundo”, época en la cual podía pasar esquizofrénicos días con sus noches sin dormir y componiendo sin parar, escuché decir a Calamaro: “Ya no como milanesas ni miro TV. Abandoné la vida pop”. Andrés se había transformado en un artista un tanto oscuro, que permanecía semanas encerrado en su departamento grabando nuevos temas en un portaestudio de 4 canales, sólo interrumpido por las denuncias policiales de los vecinos o para despuntar el vicio -cuenta la mitología- de acercarse a alguna disquería para destrozar cidís de Charly García con un bate de béisbol. Preso de una creatividad anárquica, cantaba lo que le daba la gana; no mostraba la nariz (pensar en potenciales recitales era una quimera) y destilaba -al menos para mí- muchas de sus mejores canciones. Yo, que desde hacía muchos años disfrutaba de sus trabajos tanto en grupo como solista, comenzaba -en palestras de amigos o en reuniones familiares- a calificarlo como “el poeta del rock nacional” (esto sin negar que llegaba a ruborizarme un poco su abuso de la rima consonante). No faltaban sin embargo quienes me chicaneaban y lo descalificaban, comparándolo a un perro con faringitis. La posterior aparición de “El cantante” incrementó mis simpatías hacia él. Éste tipo saca un disco y canta ‘Sus ojos se cerraron’, está de vuelta, no le importa nada –pensaba. Su “regreso” me generó alguna expectativa positiva, y más allá del choreo del disco en vivo, el lanzamiento posterior de “Tinta roja”, un hermoso disco de tangos clásicos, lo volvió a poner “allá arriba” (reproducir gestito de Francella apuntando con los ojos al cielo y el puño ascendente). Pero Calamaro me defraudó con “La lengua popular”. Sectario, clasista o antipático, no puedo evitar pensar que es un disco digerido, 100% made pour la gilade. Algunos de sus temas me resultan simpáticos, más allá de ser efectistas (no me la quiero dar de entendido musical), justamente por lo calamaresco. Pero algunos otros me dan vergüenza ajena. No puedo concebir que aquel a quien defendía como “el poeta del rock nacional”, aquel que ya no comía milanesas ni miraba más TV, me cante impunemente “tengo abierto el minibar”. Lo que acrecienta mi pudor es ver como esta “creación” es multipremiada: como artista del año, como canción del año; en fin, me desilusiona ver que el triunfo venga de la mano de la vulgaridad. Pero bueno, me (les) guste o no me (les) guste, el vulgo prefiere la comida masticada.

La contraparte de esto es “Rodolfo”, el último disco de Fito Paez: un piano y él. Letras hermosas, temas instrumentales, perfil bajo: pura virtud. Los que tuvieron la dicha de poder verlo -y escucharlo- presentándolo en vivo saben de qué les hablo. Más allá de que las críticas fueron de forma casi unánime excelentes, el disco pasó totalmente inadvertido; sólo un par de comentarios perdidos (otra vez la gilade) que le reclamaban por la ausencia de hits como en “El amor después del amor”. Canciones como
‘Cae la noche en Okinawa’ o el ‘Nocturno en sol mayor’ me dan a pensar que es otro el salmón que está nadando contra la corriente.
M. le Ch.

LA VERDADERA LIBERTAD



Y EL TIO FOSFORITO SE ANIMO NOMAS...NO LE DIO BOLA AL QUE DIRAN Y SE HIZO PUNK A LOS 102 AÑOS...¡QUE JODER!

SANTAS Y GRANDES DIFERENCIAS, ROBIN!

BATMAN REGRESA (Título original: Batman returns - EE.UU. – 1992 – Dirección: Tim Burton). Era yo apenas un niño cuando, en algún que otro sábado de lluvia, la tele me entregaba saturadas imágenes en technicolor de un Encapotado con apretado trajecito gris (panza incluida) y su inseparable amiguito de antifaz, muy pendejo y peinado siempre raya al costado, colgados en la escalera de un helicóptero, quienes en un acto heroico rociaban cancheramente un aerosol repelente de tiburones sobre un ridículo bicharraco de utilería. Entre esa peli de 1966, ya un clásico del cine bizarro, y los oscuros caprichos del inquieto Tim Burton con respecto a su visión de Bruce Wayne/Batman hay diferencias tan enormes como algunos edificios de Ciudad Gótica.

El creador de Edward Manos de Tijera dirigió tan sólo dos películas sobre el Caballero Nocturno. Si bien la primera de ellas (Batman, 1990) nos sirve de muestra para ver como un superhéroe, una ciudad y sus villanos, todo ello creación del historietista Bob Kane en la década del ´30, se transforman en nuevos íconos del Planeta Burton (más la actuación del Guasón Jack Nicholson incluida para atraer taquilla), es en esta segunda entrega donde las ideas del amigote de Johnny Depp alcanzan una belleza que traspasa lo imaginable: un niño-pingüino (sublime Danny De Vito) arrojado por sus horrorizados padres al nacer a las heladas cloacas de la ciudad, quien crecerá resentido y sediento de venganza, una triste y solitaria empleada (Michelle Pfeiffer) que sufre los maltratos de su jefe, el magnate Max Shreck (el siempre eficaz Christopher Walken), maltratos que harán nacer en ella una Gatúbela que derrocha, además de violencia, más sexualidad que cualquier tontona conejita que habite la mansión de Hugh Hefner. Y por último, nuestro héroe, bien protagonizado por Michael Keaton (injustamente criticado por ser medio sopeti, pero mejor actor que Val Kilmer seguro), luchando con su triste pasado, su hermético secreto compartido tan solo con el fiel Alfred y el amor, un sentimiento enterrado, casi prohibido, el cual trata siempre de controlar.

Después de Burton otros directores tomaron la posta del personaje: ninguno de esos filmes (y no porque fueran un desastre eh) volvió a generar en mí ese cosquilleo de novedad con el que Batman regresa me conquistó en un ya lejano ´92, ubicado con Pantera, un amigo del alma, en la fila 5 del Atlas Lavalle.

Creo que, si la memoria no me falla, también era un sábado de lluvia…
E.P.O.

BREVES

VUELVE LEROY VIRULAINES: EL VETERANO SOULMAN, ALGUNA VEZ PRESO POR INCIDENTES NUNCA CLAROS EN UN GARAGE, TIENE NUEVO DISCO: "TUGURIUS", DONDE SOBRESALE EL FUNKY Y DENUNCIANTE "UV RAYS IN MY SOUP"

domingo, 16 de marzo de 2008

POESIA DE EL SALVADOR PARA EL DOMINGO DE RAMOS

El Salvador es un pequeño país de la América Central. Gran parte de su actual territorio, antes de la llegada del white man, era conocido con el nombre de Cuzcatlán, que en lengua nahuatl significa “el lugar de las cosas preciosas”. Comparte con nosotros una pertenencia, un lazo de sangre: Latinoamérica. Y también -expediciones de Hipólito Bouchard mediante- los colores de nuestra bandera. Yo, a falta de banderas, incluso quizás de identidad, comparto con ustedes ahora un par de textos breves de Alfonso Quijada Urías, un poeta y narrador salvadoreño. Vano hubiese sido el exordio si finalmente me despachaba con los escritos de algún autor nacido en otra parte: pongamos para el caso, en Angola.


oficio de iluminación

Soy indígena y para demostrarlo aúllo como lobo. La gente lo sabe, mas tratan de ignorarme dándome los oficios más ruines, pero yo aúllo más, hasta bajar la luna a la altura de mi nariz. Aún así siguen creyendo que es obra de lo sobrenatural y no de un pobre indígena, cuyo oficio consiste precisamente en aullar y hacer bajar la luna.

en algún lado de mi muerte

Como han sabido las gentes que ando afuera se han encerrado en sus casas, hasta mi padre ha pasado el pasador en la puerta de su cuarto y mis hermanos han buscado un lugar seguro. Las calles están vacías, sólo un viento levanta polvaredas con hojas y basuras. Dios mío, dice mi madre, qué hijo más bueno tengo yo, mi madre desde una ventana de la casa. Entonces ha venido una niña, quizás huyendo de sus padres, quizás inadvertida por su madre. Una niña, casi una mujer con el pelo amarillo y se ha clavado en mi mirada y ella ha comprendido. Ha vuelto despacito hasta su casa, despacio como quien lleva un plato de sopa hirviendo entre las manos, y luego ha regresado como una madre con sus hermanos, sus tíos, sus abuelos y las gentes han salido de sus casas y han venido hasta mí a mirarme los ojos y a celebrar la pérdida de mis facultades antiguas, porque en efecto estoy a un paso de aceptar que el poder está fuera de mi alcance en algún lado de mi muerte.




M. le Ch.

GIVE PEACE A CHANCE



AHÍ ANDA BRANDON EL PACIFISTA, PISANDO HORMIGAS
NEGRAS, Y MOSTRANDO QUE TODOS TENEMOS
CONTRADICCIONES...

CON EL CEREBRO COLGADO EN EL PERCHERO

LIVE AROUND THE WORLD (1996) – MILES DAVIS. Muchas veces, en el desvarío de algunos minutos libres (los cuales son cada vez menos), imagino situaciones, lo admito, un tanto trasnochadas: una de ellas es verme sentado cómodamente en un sórdido club de jazz, un sótano varias escaleras abajo, con mi copa de “martini” (bien servido, aceituna visible, invitación de la casa) jugueteando entre mis garfios y ahí arriba, en el escenario, y “pelando” para mí solito, sí señor, la silueta casi zulú, desafiante y estilizada de Don Miles, y su trompeta, claro está, ese instrumento que cada vez que se depositaba en su bocaza, lograba que los más inesperados sonidos cobraran vida.

Este disco registra actuaciones en vivo, junto a un compactísimo grupo, entre 1988 y 1989 en Roma, Graz, Los Ángeles, Montpellier, New York, Montreux, Osaka y Chicago, y a su vez, un documento histórico: la última grabación en un estudio (“Hannibal”) antes de que en 1991 La Parca nos lo arrebatara, flor de guacha ella, para tenerlo como artista exclusivo.

No soy un entendido de jazz, y se nota, no toco ni el tonete (como máximo el clásico Si-La-Sol escolar), no soy capaz de explicar técnicamente que es el “cool-jazz” o el “hard-bop” (estilos que señalan a Davis como su inventor) pero como Orejudo que soy, me jacto de tener buen oído, modestia aparte, y considero este CD de 11 temas como infaltable en una discoteca hogareña, para esos momentos en donde las palabras son tan importantes como saber qué nuevo programa de TV producirá Marley en 2009.

Sugerencias para su escucha: recién llegado a casita, tranquilo/a, corbata floja o revoleada por ahí, pies descalzos, luego de un lunes tedioso, o bien en los finales de un viernes cargado con la mochila de una semana olvidable. Si el disquito es original, mejor: por sonido y por la acertada estética de tapa, contratapa e interiores.

E.P.O.

BREVES

OCIO & NEGOCIOS: ROGER SALMONELLA, EL GALAN DEL ALTIPLANO, ES LA NUEVA CARA PUBLICITARIA DE "JABÓN CARLOTA, NO LIMPIA PERO FLOTA"

QUE VENGA E.T.


EL LUNA PARK COMO ESCENARIO, LA SOLEDAD DEL RING ANTES DEL GONG Y LA CARITA DE MIEDO DE MOMPOX, EL CAMPEON VENUSINO PESO PLASMA…
Y SI, SIEMPRE ES DURO SER “VISITANTE”…

domingo, 2 de marzo de 2008

VIVA LA FRANCE...EN DIBUJITOS

LAS TRILLIZAS DE BELLEVILLE (Francia/Canadá -2003- Dirección: Sylvain Chomet). Casi de casualidad, y revolviendo la pequeñísima sección “Cine Arte” de Blockbu$$$ter cuando aún no me había cansado de pagar precios groseros por un alquiler de DVD para mantenerle el kiosquito de golosinas a esta especie de McVideoclub, casi de casualidad, les decía, encontré esta auténtica obra de arte del dibujo animado: la historia de un joven sin padres (Champion) y su crianza a cargo de una dedicada abuela (Madame Souza), quien en una humilde casita cacheteada a lo largo de los años por el arrollador paso de la modernidad, trata de motivarlo para que dedique a algo su vida, dando en la tecla al regalarle un pequeño triciclo rojo, que luego dará paso a una bicicleta, para culminar en un duro entrenamiento con la mira puesta en el “Tour de France”, la clásica competencia ciclística del país galo.

Champion corre la carrera, pero en un tramo de la misma misteriosos hombres de negro lo secuestran para quién sabe qué oscuros objetivos, y lo cruzan por mar hasta la ciudad de Belleville. Madame Souza y el simpático Bruno, un pichicho que está con ellos desde cachorrito, viajarán hasta allá y se encontrarán de casualidad con tres divertidas ancianas, trillizas entre sí y viejas glorias del music-hall de la década del '30, hoy lejos del estrellato y con lo justo para comer, quienes ayudarán sin dudar a Madame Souza y Bruno a dar con el paradero del pobre Champion y…y…y bueno che, contar más de esta peli sería tan zonzo como un champagne sin burbujas, así que consíganla como puedan y en el formato que quieran, pero no dejen de verla.

La mano iluminada de los artistas hace que se disfrute en cada escena el encanto del trazo en movimiento, como así también la forma casi “collage” de insertar fotografías y viejas películas reales entre los dibujos, que poco tiene que ver con la parafernalia y el abuso de efectos especiales de ciertas obras de la animación actual.

Chapeau” pues, para los que hicieron esta maravilla, y recordando la parte donde las Trillizas hacen música con instrumentos tales como un periódico, las bandejas de una vieja heladera y una ruidosa aspiradora, lo rubrico:

El talento se tiene o no, pero no se compra.

E.P.O.



SE LO AFANAMO' A EVO

LA TEMPORADA LARGA CON TODO Y ROBESPIERRE CON POLERA SE ANOTA UN POROTO DE ENTRADA:

ROGER SALMONELLA, EL GALAN DEL ALTIPLANO, PROTAGONISTA DE “CORAZÓN DE GOMICUER”, EL CULEBRÓN QUE ESTREMECE AL IMPERIO INCAICO, EN UN REPORTAJE EXCLUSIVO PARA R.C.P. DESDE SU RANCHO DE ADOBE CON VISTA AL TITICACA.

“POR SALIR EN R.C.P. SOY CAPAZ DE BESAR CON PASIÓN UNA MULITA”

ENSAYANDO LA VUELTA. LAS RAZONES DE LA CRITICA DE ALBERTO GIORDANO.

La vuelta de las vacaciones es todo un tema. Un tema intrascendente, un tema que no despierta pasiones ni curiosidades en nadie, pero es un tema. En ese tiempo libre hice de todo: cargué con mudo estoicismo la sombrillita al hombro, afirmé mi virilidad eligiendo cada vez el sitio de acampe, me cociné bajo el sol, miré llover desde un balcón, cambié cueritos, padecí los inoportunos achaques mecánicos del auto, y por encima de todo fui feliz compartiendo todos esos días y sus noches con mi mujer. En lo que puede ser relevante comentar acá, nos pusimos al día con algunas películas (como la insufrible y vanamente presuntuosa XXY, la maravillosa y aterradora La habitación del niño, la elemental y brillante La vida de los otros), y nos dimos una vuelta por el teatro para ver Gorda, una obra notable -por lo incómoda, por lo bien actuada, por su patetismo (Puma Goity mediante) hilarante- que tal vez merezca y nunca tenga un comentario aparte. Además, como siempre, me hice de mis huecos para leer: me quedo esta vez con un pequeño librito de Alberto Giordano, Razones de la crítica, un compilado de ensayos sobre literatura, ética y política. Giordano se interesa -en este caso- por Roberto Arlt, por las revistas Literal y Sitio, por El frasquito de Luis Gusmán, por los ensayos dantescos de Borges, por la obra crítica de Adolfo Bioy Casares y por la crítica de la crítica de Beatriz Sarlo. Pero por sobre todo, el hilo conductor que une a sus ensayos es -justamente- un modo de pensar al ensayo mismo como herramienta transformadora y enriquecedora de la literatura. No -por el contrario- como un instrumento capaz de cerrar debates ni de remarcar los valores ya establecidos.

Giordano va delineando a lo largo de sus textos una especie de ética del ensayista, en la que, por ejemplo, la incertidumbre adquiere un valor fundamental. Así lo muestra al estudiar al Borges de los Nueve ensayos dantescos: “La incertidumbre es ambigüedad, pero irreductible: ambigüedad que no quiere ser reducida, tensión que no quiere apaciguarse. […] A la vez que su afirmación cumple una función crítica (cuestiona las certidumbres que se impusieron como evidencias, inquieta la cristalización de las experiencias estéticas en valores culturales), por esa misma afirmación de lo incierto se establecen las condiciones para el goce literario y para el ejercicio de una inusual forma de la inteligencia, la que consiste en la capacidad de formular un problema como tal, sin dar por presupuesta su resolución, extremando su potencia problematizante.

La crítica que nos gustaría practicar -piensa Giordano- es “la crítica que responde afirmativamente a la atracción y los sobresaltos que provocan en nuestra conciencia determinadas obras literarias”. Giordano rescata, por ejemplo, las intervenciones de Literal contra los modos convencionales de ejercer la crítica: “esa gran memoria diurna que homogeniza y encadena todo lo que se pronuncia en la dispersión”.

Giordano reivindica permanentemente el ensayo, en tanto representa (citando aquí la revista Sitio) “una práctica polémica de afirmación de un saber provisional, hipotético, pero siempre desafiante de los discursos -hegemónicos o no- que lo rodean

Tomando conceptos del Bioy ensayista, Giordano observa que contra los discursos críticos manejados por el poder rector de la “impasible teoría”, discursos que “sufren cómodamente, avidos como están de generalidades y certidumbres inobjetables”, discursos que “confirman sin expandir las fronteras del conocimiento”, se ubican aquellos otros que siguen un curso errático (lo que no quiere decir erróneo), discursos de ensayistas que reconocen en los sentimientos “apresurados y conmovidos” que los afectaron en la lectura de un libro las razones para escribir sobre él.

Apresurado y conmovido, quizás también secretamente derrotado, yo vuelvo a ponerme el trajecito “macogüens”, y a pagar la porción de pascualina del mediodía con los “tiquet restorán”.
M. le Ch.

PAINT IT BLACK



TIMOTHY WATER CUNNINGTON, EL FORNIDO PILAR NEOCELANDES, NO AGUANTO MAS Y SE TIRO TODAS LAS TEMPERAS COLEGIALES DE SU HIJO SOBRE LA GLORIOSA CASACA, AL GRITO DE "SERE ALL BLACK...PERO LA VIDA TIENE COLORES".

APRENDE, "GRIN PIS"