lunes, 18 de agosto de 2008

PSYCHO-CHICHO / 3

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¿QUÉ TAL BOB?

OH MERCY (1989) – BOB DYLAN. El nombre de esa desopilante peli de Frank Oz de 1991 encaja perfecto, creo, para darle título a esta reseña: hola Bob, bienvenido Bob, parece decir uno cuando apenas empieza a sonar este disco, luego de una década, los ´80, con trabajos poco inspirados, más allá de alguna gema suelta por ahí, del eterno y hosco trovador nacido en Duluth, Minnesota. Pero las musas volvieron a su enrulada cabellera en el final de esos años. Y de qué manera …

Primero fue la reunión en 1988, casi casual diría, de cinco viejitos piolas que dio forma a ese increíble trabajo llamado The Traveling Wilburys. Junto a Roy Orbison, Tom Petty, George Harrison (como se te extraña, viejo …) y el ex líder de la E.L.O. Jeff Lynne, Dylan se sacaba el polvo y empezaba a afilar las garras nuevamente.

Renovado, para laburar “Oh Mercy” tomó la sabia decisión de apelar al exitoso productor Daniel Lanois (cerebro al mando de las consolas en los brillantes “So” de Peter Gabriel en el ´86 y “The Joshua Tree” de U2 un año después), quien además toca varios instrumentos en el disco.

Las eléctricas y pegadizas “Political world” y “Everything is broken”, la bella “Ring them bells” (Bob al piano), “Man in the long black coat”, donde se luce una guitarra de doce cuerdas, y la balada del final, “Shooting star”, son un monumento a la canción perfecta. Pero la otra mitad del álbum (tiene 10 temas) también merece ser apreciada
largamente. Y la voz nasal de Robert Allen Zimmerman, claro, imperfecta, desafinada a veces, única, como su forma de ver el mundo a través de casi cinco décadas.

Sugerencias para su escucha: si entiende inglés, todo bien. Si no caza una, busque las letras en castellano en Internet, o en alguna “Toco y canto” o “Cantarock” semienterrada en vaya a saber qué librería de Av. Corrientes. Es fundamental entender lo que dicen: no olvidar que fue Bob, a mediados de los ´60, quien más incitó a los mismísimos Fab Four a escapar para siempre de los “ella te ama”, “y yo la amo”, “dame tu mano” y “yeah yeah yeah”.


E.P.O.

CUIDATE "RONALDIÑO"

GINO MACETÚ-QUIETÚ, EL DEFENSOR DE LAS PIERNAS FORMA DE COLUMNA, JUGO EN LA PRIMERA DEL ATLETICO SANTA POMONA ENTRE 1962-1969. DURO, FERREO, SUPO ENLOQUECER CON SUS RASPADAS Y SUS CABEZAZOS A MAS DE UN HABILIDOSO DE LA EPOCA.

CUANDO UN DELANTERO LO ENFRENTABA SABIA QUE NO LA IBA A TENER FACIL, PORQUE MAS ALLA DE SU RUDEZA, ERA MUY HABLADOR. "CORRETE O TE MEO TODO TU PH", "SI ME TIRÁS UN CAÑO TE CONSTRUYO UN DIQUE ENTRE LAS CEJAS", "ANDÁ, MALVAVISCO POCO ASADO" SON ALGUNAS DE SUS FRASES EN CALIENTE MAS FAMOSAS.

ACTUALMENTE DIRIGE LAS DIVISIONES INFERIORES DEL POMONA Y AL ESTILO DE UN MOISES FUTBOLISTICO QUE DIVIDE LAS AGUAS ENTRE LOS PICAPIEDRAS Y LOS ILUMINADOS, ENTREGA A PRINCIPIO DE TEMPORADA A CADA UNO DE SUS ZAGUEROS PUPILOS TABLAS CON EL "NO PASARÁS" TALLADO EN ONIX.

EN UN APORTE AL DEPORTE NACIONAL SIN PRECEDENTES, ROBESPIERRE CON POLERA LO SACA DEL GERIÁTRICO, LO RECUPERA, LE GARPA LOS TRASLADOS Y LO PONE A DISPOSICIÓN DEL CHECHO.

NO, DEJÁ, GENTILEZA DE LA CASA.

VERSO LIBRE

I
TE ATRAE MI SEMBLANTE
DE POP STAR
TE GUSTA MANOSEAR
COMO PIEZAS DE ORFEBRE
MIS DOS TRENZAS ONAS
FANTASEANDO NOCHEBUENAS
BAI MAI SAID
PERO MI PLUMAJE HIPERBOREO
ME PROTEJE DE FANS
MERRY CHRISTMAS, BEIBI
LA INVENCIÓN DE LA ARANDELA
Y SEPARAR EN SILABAS “PAQUIDERMO”
NO ME DEJA TIEMPO PARA EL AMOR
II
LA SOMBRA SINIESTRA
Y REGORDETA
DE UN ENAJENADO
WINNIE THE POOH
ME SOBREVUELA
PARECE QUE EL OTRORA
EDULCORADO OSITO DE CUENTOS
SE TOMO UN "TROLI" DE BORDOLINO
(DE UN SAQUE)
Y ME MOLESTA, ME DICE COSAS:
"YO CONGELE A DISNEY"
"SOY BI-CAMPEON DE OUIJA"
"ESAS MEDIAS NO PEGAN
CON TU LEVITA"
Y NO SE CUANTAS
BARBARIDADES MAS
TENGO MEDO
...
Y ME ATUTO
...

domingo, 3 de agosto de 2008

PSYCHO-CHICHO / 2


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ANARQUIA EN GOTHAM CITY – BATMAN: THE DARK KNIGHT

See, I'm not a monster...I'm just ahead of the curve.

The Joker


La tarde de ayer trajo la fresca, y con ella se potenciaron mis instintos sedentarios. Aferrado como larva al sillón, sin embargo en poco tiempo capitulaba y accedía a los deseos de mi mujer de “sacar un cine”. Sábado a la noche, vacaciones de invierno, Batman…pensé que no se podía. Por suerte me equivoqué.

Sobran los elogios para la nueva del murci; pueden rastrearse en todos los diarios y en todas las páginas que chamuyan sobre cine. Desde Robespierre con Polera me gustaría anotarle un poroto más.

En dos renglones digamos lo básico: que Christopher Nolan confirma y supera lo que ya había hecho como director de Batman begins, que a Christian Bale le queda muy bien el jetra del encapuchado, que Michael Caine es a Alfred lo que Judi Dench es a la “M” de James Bond, que Aaron Eckhart tiene cara de procurador, que a Gary Oldman lo prefiero haciendo de Drácula o de drogón desquiciado en El perfecto asesino. Párrafo aparte para Heath Ledger. Todo el mundo lo dice. De contra nomás uno querría pensar que hay algo morbo atrás. Y claro, un tomuer siempre llama la atención, los muertos siempre fueron excelentes personas, los mejores en lo suyo. Pero el Joker del australiano merece entrada directa al hall of fame, sin presentar credenciales.

En The Dark Knight hay lo que siempre tiene que haber: efectos increíbles, tomas aéreas espectaculares, celulares que hacen lo inimaginable, banqueros corruptos, funcionarios honestos, disyuntivas amorosas, y todo el cotillón necesario para que las dos horas y media pasen como soplido.

Yo leí la película en clave “civilización o barbarie”, y creo que la disfruté desde ahí. Debajo de la capucha de Batman hay un burgués millonario que tiene quizás un sentimiento culposo, entonces trata de portarse bien. En esta esquina…la buena moral. Y se encuentra con que enfrente, de contendiente, tiene un outsider social, un malandra que escapa a las tipologías, un portavoz de la anarquía de los valores. En esta otra esquina…un inmoral…no, un amoral.

Hay -siguiendo a Daniel Link y a Susan Sontag- “imaginación de la catástrofe” en Ciudad Gótica, y el Joker es un primo lejano de Bin Laden a quien no le importa nada: no está aferrado a lo material, lo que lo transforma en un enemigo desconcertante. En un momento genial de la película, prende fuego una montaña de billetes y dice: “No se trata de dinero, se trata de enviar un mensaje…todo arde”. Su maldad no está disparada por la codicia, hay una indisposición ontológica detrás de su accionar. El carapintada -una enciclopedia de psicosis que excedería cualquier “terapia breve” de una “prepaga”- pone sus cartas sobre la mesa: él no tiene “planes”. Planes tienen los policías, los contadores. El se encarga de mostrarle a los “esquemáticos” lo patéticos que son en sus intentos de “controlar” el mundo; él se declara “un agente del caos”.

Y parece que nadie puede nunca terminar de entenderlo. El Joker entiende las causas que llevan a Batman a actuar contra él, pero al capucha parece costarle un poco lo inverso. Batman es bueno, puede indignarse y hacer justicia cuando afanan a una vieja o cuando un perro hace caca en una vereda ajena, pero le cuesta entender aquello que moviliza los actos de su “enemigo”. En su contrapunto con el Joker, el murciélago pareciera quedar siempre pagando.

El Joker no puede morir: es un paria que se encarga de recordarnos que este mundo en el que vivimos es más “normal” -en el sentido de normado- que “natural”, que el malestar en la cultura del que hablaba Freud sigue estando ahí, latente, cerca nuestro, a pesar de cualquier esfuerzo “regulador” por parte las fuerzas del bien.

En una escena (uno de los mejores momentos de la película), colgado cabeza abajo, casi vencido, el Joker le dice a Batman que ambos saben que no pueden eliminarse el uno al otro, que el antagonismo entre ellos está destinado a durar para siempre, ya que son -cada uno- el símbolo de dos mundos irreconciliables: el orden establecido y los ecos lejanos de un caos primordial. Y por las dudas que se nos ocurra pensar que la distancia entre esos mundos es lo suficientemente grande como para seguir sintiéndonos seguros, sentencia: “La locura es como la gravedad. Todo lo que requiere es...un pequeño empujón.

M. le Ch.

PARA LOS PAPIS TAMBIEN

EN MEDIO DE LA FIEBRE VACACIONAL, EN LA QUE TODOS LOS ESPECTÁCULOS PARECEN APUNTAR AL PÚBLICO INFANTIL, ROBESPIERRE CON POLERA PIENSA EN PAPÁ Y MAMÁ Y TRAE A LA ARGENTINA A

LITO SPUMANTE Y SUS BIGOTES DE SIMBOLOGÍA INCAICA
EN
"EL ARTE DE LA COQUETERÍA ICONOCLASTA"