lunes, 29 de diciembre de 2008
martes, 9 de diciembre de 2008
martes, 25 de noviembre de 2008
SIGUEN LLEGANDO SALUDOS
NATURAL LIFE
"GIACCOMO CAPELLETTINI"
SINIESTRO, EH...
MEJOR COMPARTAMOS
MEDIA GRAGEA DE ALPISTE
Y MEJOREMOS LA FLORA
DE NUESTRAS PANCITAS
VIDA NATURAL, LOCO
AIRE LIBRE
Y ZAPATOS DE GAMUZA AZUL
COMO QUERIA ELVIS
DALE?
AHI VA...
lunes, 10 de noviembre de 2008
FELICIDADES
BUDIN INGLES
Ahora bien: antes de los millones incalculables, de las megagiras, de los aleteos jaggerescos (y sus patéticos imitadores a nivel mundial, ay), de las poses de gitano-corsario de Richards, y de discos bárbaros pero no geniales (que me perdonen los pibes de Topper blancas y “jardinero”, pero desde el ´89 con “Steel Wheels” que quien les escribe no sacraliza un álbum de Sus Majestades), antes de todo eso, en los ´60, los Stones editaban discos que, aún hoy al escucharlos, me parten la cabeza como un durazno. Epocas donde la “competencia” eran Beatles, Who o Cream, por citar algunos. Pavadita de nenes, ¿no?
Para ese entonces, el increíble Brian Jones aportaba al grupo matices diferentes que los alejaban positivamente de a ratos del rock, el blues y el rhythm & blues, volando incluso a mundos sonoros mas complejos de la mano de un oboe, un citar o un melotrón. Multiinstrumentista, fachero y talentoso el pibe. Pero autodestructivo, claro.
En “Beggars Banquet” encontramos al rubio Brian por última vez en estado sobrio, dado que si bien su última participación oficial en la banda fue en “Let it Bleed” (1969), debido a su enajenamiento cada vez más prolongado de todo y de todos, en ese trabajo tan solo tamborileó un par de congas y poco más, haciendo que Mick y Keith tomaran la drástica decisión de encargar la otra guitarra a un pendejísimo Mick Taylor, virtuoso violero surgido de las filas de esa especie de grupo-escuela comandado por el padrino del blues británico: John Mayall & The Bluesbreakers.
Expulsado de la banda Jones, el resto es historia conocida: una fatídica piscina, duelo, secretos ocultos, chismes, leyenda.
“Beggars Banquet” cuenta con una decena de clásicos exquisitos que contrastan totalmente con la idea de ese baño sucio -como de bar o de alguna estación de tren- de la portada. ¿Mis cuatro predilectos? “Sympathy for the devil” y su hipnótico y salvaje ritmo de samba que desemboca en uno de los riffs más festejados de la historia del rock, el poderoso blues “Parachute woman”, “Street fighting man”, tema símbolo (¿e inspirado?) en los rebeldes estudiantiles del Mayo Francés de ese mismo año, y “Salt of the earth”, con la voz de un joven Keith y una dulce guitarra acústica haciendo la intro para luego terminar la canción, y también el disco, a todo trapo, con la banda en absoluta plenitud, madura, en la etapa más creativa y cautivante de toda su carrera (yo la estiraría hasta “Some girls”, de 1978, discusiones rolingas al margen).
Sugerencias para su escucha: Cuando, donde, como y con quien se le cante. Es un Clásico, así, con mayúsculas, no se aferra a modas ni momentos. Eso sí: del tema 1 al 10 sin cortes eh. Caso contrario, se puede llegar a considerar una herejía, y ahí sí, no hay simpatía por el diablo que valga.
CONCURSO "DISCOTECA OREJUDA"
Este primer aniversario de Robespierre con Polera nos encuentra con los oídos más duchos: a lo largo de un año El Poetiso Orejudo nos fue acercando con criterio de melómano algunos de sus discos más queridos. Su espíritu fue siempre el de contagiarnos a escucharlos. Por eso lanza este concurso (precario, pero con onda) y enviará (al lugar del planeta en que te encuentres, lector) a quien responda su retorcida pregunta una copia de toda la discoteca comentada.
JOHN LENNON, AUTOR DE LA BELLISIMA “IN MY LIFE” (INCLUIDA EN EL DISCO “RUBBER SOUL” DE THE BEATLES) FUE EN ALGUNA OCASIÓN MUY ELOGIOSO PARA CON UNA VERSIÓN DE DICHO TEMA HECHA POR OTRO ARTISTA. PREGUUUUUNTA: ¿DE QUIÉN HABLABA EL QUERIDO JOHN?
1 CIDÍ
GRABADO CON FERVOR POR
EL POETISO OREJUDO
CON UNA MÁS QUE CAPRICHOSA SELECCIÓN DE LO MEJOR DE LOS DISCOS COMENTADOS EN EL AÑO
BELLA ITALIA
martes, 28 de octubre de 2008
SI A LAS PAPELERAS (O UNAS LOAS PARA EL URUGUAYO DE COPI)
El domingo ya me había olvidado del tema, y el pelado R. me pagaba con intereses, llevándome seguramente a través de fortuitas asociaciones inconscientes a hurgar entre apuntes y revistas para dar con El Uruguayo de Copi, pequeña obra maestra de la literatura argentina (aunque escrita en Francia y en francés) que ninguna persona bien predispuesta hacia la felicidad debería dejar de leer.
Copi (Raul Damonte Botana) nació en Buenos Aires en 1939. Murió en París, joven todavía, a los 48 años. Escribió novelas, cuentos, teatro e historietas. Datos como éstos, o como que era nieto de Natalio Botana (el fundador de Crítica), o que fue un exiliado (vivió entre otros lares en el Uruguay y gran parte de su corta vida en Francia) por desavenencias de su padre con Perón son cosas que pueden rastrearse aquí o allá. No es nada original lo que vengo a aportar; sólo pretendo contagiar la pasión que renuevo (imposible olvidar la felicidad de la primera lectura) cada vez que releo El Uruguayo.
Novela breve o cuento largo, ocurrente, inexacta, singular, El Uruguayo es una sucesión de hechos estrambóticos (y triviales, y paranormales) que le van sucediendo a Copi (el autor / personaje / narrador), contados a través de la redacción online de una carta dirigida a un supuesto “Maestro”, a quien conjeturamos leyéndola del otro lado del océano. En El Uruguayo los asuntos se suceden y nunca terminan (nunca empiezan) por ser explicados. César Aira, que tempranamente rescató del olvido el nombre de Copi y dictó una serie de conferencias sobre su obra hace ya 20 años, decía que El Uruguayo tiene algo de relato primitivo, primordial. Y citaba a Walter Benjamin, que había señalado que el lugar del relato en la civilización contemporánea había sido de a poco usurpado por la información. La información es relato explicado, contiene la explicación inmanente (por contextualización o verosimilización). Por oposición, el relato -dice Aira- siempre lo es de algo inexplicable. El arte de la narración decae en la medida en que incorpora la explicación.
Así, tenemos a Copi en un Uruguay que más que como la entidad geográfica y política que conocemos funciona como un Estado inventado (puede leerse como un artificio para poner distancia). El narrador situado en Montevideo parece haber huido de alguna otra parte (de allí donde quedó el “Maestro”, Francia tal vez). Entonces ahí está Copi, con su perro Lambetta jugando en la playa, y explicándole en la esquela al “Maestro” que el Uruguay se rige por una filosofía nominalista bajo cuyas leyes lo real se limita a lo individual. Los uruguayos, le cuenta, no paran de inventarse palabras que les pasan por la cabeza. Y la invención de palabras está directamente vinculada a la propiedad de los objetos y a la ocupación de los objetos. Es así como el narrador expone que “Si uno de ellos me viera escribir en este momento (para escribir me escondo) podría inventar una palabra con la que nombrar mi cuaderno, mi estilográfica y a mí mismo (digo podría, pero estoy seguro de que lo haría) y esta palabra se convertiría automáticamente en un lugar que él ocuparía en el acto, dejándome, en cierta forma, fuera.”
Un día va Copi a comprar cigarrillos a la tabaquería de una negra y es víctima de uno de estos incidentes “nominalistas”. Fruto indirecto de este accidente, él se queda con la dentadura postiza de un uruguayo y Lambetta pierde un ojo. Van otra vez a la playa y en un descuido, Lambetta comienza a hacer un pozo en la arena y “agujerea” la realidad. Sobreviene una catástrofe y la ciudad queda cubierta de arena. Copi comienza a caminar por encima la ciudad/desierto y dibuja con un palo de madera los contornos de aquello que quedó sepultado. Los hechos se suceden sin respiro: del pozo por el que Lambetta desapareció comienzan a salir pollos que se van asando a medida que caminan, y que serán el sustento vital de Copi, único sobreviviente al cataclismo. Pero un día se despierta en su buhardilla (que escapó a los rigores de la hecatombe por estar en un piso alto) y el cuarto está lleno de militares. Entre ellos, el “Presidente del Uruguay”. A esta gente la acompaña una niña de unos seis años que restituye a Copi el cadáver disecado de Lambetta. Juntos van a la playa y allí todos (menos Copi) son muertos por el ataque de un avión bombardero. Entonces Copi se acostumbra a la vida en soledad: lee periódicos viejos, duerme en hoteles gigantes y desolados, y por las noches cena (solo) en el Jockey Club. Para enfrentar la abstinencia sexual, tiene relaciones con la negra (muerta) que atendía el kiosko donde había ido a comprar los cigarrillos. Más adelante, los uruguayos comienzan a resucitar, y deambulan momificados por la ciudad. El Presidente también resucita y se muda con Copi a una gruta en la playa. Los acompaña también “la niñita”, que en un momento pide la canonización de Copi. Así se hace, procediendo a cercenarle a nuestro sacro personaje párpados y labios, que son guardados como reliquias de santo. Y como toda esta serie de avatares ha sido transmitida por la televisión, un buen día reciben la visita del “Papa de la Argentina”. Buenos anfitriones, lo invitan a dormir con ellos. A poco de acostarse, Copi descubre al Presidente haciéndose sodomizar por el Papa. Más tarde en la noche, Su Santidad Argenta intenta “ir por Copi”. Copi lo reprende y le pregunta si no le da vergüenza. El Papa le contesta que los papas no tienen vergüenza de nada. Mientras todo esto sucede, el Uruguay se encoge. El Papa seduce al Presidente y se lo lleva a trabajar como puta en un burdel en Tucumán. Copi, entonces, se ocupa de gobernar el Uruguay. Y así.
La lectura se paga sola. De todas maneras, yendo hacia alguna línea interpretativa, me quedo con aquella que pretende ver a Copi mostrando la decadencia y la ruina del Estado. El Uruguay inventado por Copi está dominado por el nominalismo (por oposición al universalismo) y por lo que alguna vez escuché que Daniel Link (generoso y con razón a la hora de poner a Copi en los planes de lectura universitarios) llama la infrapolítica (por oposición a la política). Lo infrapolítico sería la práctica política de una comunidad ascética, de una comunidad sin soberanía. Una infrapolítica del espacio, que está más allá del Estado y de la ley. Se trata de oponer a los universales individuos o entidades particulares. Una supresión de los universales como ley abstracta, del universalismo como cosificación de lo viviente. Este es el Uruguay del uruguayo (de) Copi, un mundo perdido.
CROCO TEARS
lunes, 13 de octubre de 2008
PIO PIO PIO
EN ESTA PRIMAVERA ROBESPIERRE CON POLERA TRAE PARA SUS FANS AL REY DE LA CHANSON ROMÁNTICA: LUPIDIO SALMUERA "EL COLIBRÍ DE UNA SOLA ALA" (MOTE SINGULAR, DEBIDO A LA FALTA DE SU BRAZO IZQUIERDO, MUTILADO POR UNA MÁQUINA FIAMBRERA EN DESUSO). A PESAR DE SU MANIFIESTA VIGENCIA, ALGUNOS JÓVENES DE HOY (IRRESPETUOSOS, INSOLENTES) DICEN QUE ESTA GAGÁ. ANTE ESTAS AFRENTAS, EL SÓLO RIE SOCARRONEMENTE Y DA PASO A UNA FESTIVA Y CUANTIOSA DIARREA (A PROPÓSITO).
CIUDAD DE NUEVOS AIRES
Democráticamente repartido en doce canciones, con cuatro autorías per cápita, el disco seduce, hace tararear las letras y hasta mover las patas en los temas más power. No le falta nada.
Flopa conmueve como una Patti Smith o Joni Mitchell, y en castellano. Basta tan solo escucharla en “Sonajeros” o “Abrazo impacto” para comprobarlo. Manza desgrana melodías perfectas envueltas en una melancolía bien porteña, algo que ya es un sello en sus temas (como en la pegadiza “Dejadez” y en la noctámbula “Zig Zag”) y Minimal, esa máquina inagotable de componer, puede llevarnos de los aires de una zambita al piano como “La voz del viento” a la electricidad apabullante de “Cruzando el ancho mar”.
Doce canciones perfectas que llegaron para quedarse y convertirse dentro de un tiempito, tal vez, en nuevos clásicos de nuestro querido y cuarentón rock argentino.
Sugerencias para su escucha: Jamás “de fondo” en una reunión o asado de terraza. Jamás. Este laburo merece toda nuestra atención, así que mejor solari (yo prefiero en el viejo e inmortal discman) o con alguien con más oído que boca.
Ah, y parafraseando a Flopa, la cajita se puede guardar “debajo del Album Blanco”. No pasa vergüenza. Para nada.
domingo, 28 de septiembre de 2008
DRINK IT CON SODA
Si son idiotas en serio, o si se toman a pecho
la burda comedia que representan
en todas las horas de sus días y sus noches.
R.A.
Bueno, quizás esto que digo sea un poco mentiroso (quizás ni siquiera sea gracioso, que era la idea). Por mi trabajo en el mundillo financiero, y a esta altura tal vez por un acto reflejo, estoy (¿estoy realmente?) un poco al tanto de lo que sucede por estos y por otros lares.
Y la noticia excluyente que “preocupa” en este tiempo es “la crisis financiera” que viene de “los Estados Unidos” y que “guarda eh, guarda”. Asistimos en estas semanas a un desfile de gestos adustos en los rostros de los presentadores, a titulares que nos anticipan los males y desdichas por venir bajo los rótulos de “URGENTE” o “LO ÚLTIMO”. Los diarios nos ilustran con las fotos de esos alienígenas que “operan” en las bolsas, que miran con cara de haberse enterado de la fecha del Apocalipsis. En medio de todo, los “expertos” manifiestan su “preocupación” y lanzan pronósticos agoreros sobre “la que nos espera”, y ya me ha tocado incluso cruzarme con más de un ganso que ante la caída de algún “investment bank” adopta un semblante severo y taciturno como si se le hubiese muerto el perro.
Así vivimos, inducidos permanentemente a ponernos "serios", a preocuparnos por cuestiones que para entender cómo nos van a "perjudicar" tienen que venir acompañadas de un manual de instrucciones. Y este es solamente un pequeño ejemplo, sólo que actual. En la vorágine (y como no tengo acciones de Merril Lynch), se me ocurre ponerme a filosofar. Y cuando me pongo a filosofar me suelen suceder dos cosas: indignarme y reírme. Y al momento de ponerse a filosofar, los farsantes como yo descubrimos que siempre hay alguien que supo decir mejor aquello que nosotros pergeniamos como propios asaltos de lucidez. Los dejo entonces en las manos (retorcidas, pero dignas de releer para entender) de Carlos Correas (si no lo conocen, averigüen quién es) y sus lúcidas reflexiones en estos fragmentos de su libro “Arlt literato” sobre “la seriedad”.
“Lo serio en el mundo es aquello que nos revela nuestro ser-necesariamente-en-el-mundo, en tal o cual mundo, nuestra sujeción en un lugar y tiempo determinados; lo serio es lo que al aparecérseme como siendo él mismo deseable o temible o amenazante me remite a mis deseos y temores que me comprometen en el mundo; lo serio en el mundo es lo que necesito para mi vida (mi construcción) y para mi muerte (mi destrucción), para perseverar en mi ser o para realizar yo mismo el sentido de mi aniquilación, para vivir entregado en el mundo o para recuperarme a partir del mundo y de los otros. Comprendemos, entonces, que la seriedad del mundo sustancial se presenta a nuestra conciencia en cada caso como un infinito en profundidad de apremios, urgencias y responsabilidades, “arduos deberes”, “enorme importancia”, “altísima significación”, “máxima y tremenda trascendencia”.
Esto asentado, lo serio acosa a la conciencia para ser tomado en serio por ella; y tomar en serio es hacer existir lo serio como tal y hacerse existir como serio. Ser serio es declinar la espontaneidad de la conciencia y someterse al ser de la sustancia, al objeto; es conceder al mundo la en cada caso determinada exigencia con que aquél se manifiesta de inmediato, y a la vez tomar esta exigencia como yacente y originada en el mundo mismo; es consentir en que el fundamental sentido de mi vida y de mis proyectos y obligaciones proviene del mundo y del prójimo.
La seriedad del hombre serio requiere para ser tal un determinado modo de seriedad en su prójimo. Porque la conciencia es ella misma negación interna de la seriedad, el hombre serio necesita el reflejo de la seriedad en el otro, y el ponerse serio del ser humano ha de determinarse a partir del ser-para-otro de la seriedad.
El hombre serio se realiza, por ejemplo, como señor gravemente enfático que ante todo me toma en serio recordándome mi propia seriedad, mi deber de corregirme a mí mismo ateniéndome concentradamente a los reclamos y solicitaciones de servicio que pueblan el mundo, mi responsabilidad cósmica por el mundo recibido de mis mayores y por el mundo que he de legar a mis descendientes; y si pido no ser tomado en serio es en la medida en que trato de anular la seriedad del otro, en que declaro mi ser como juego y apariencia risible, puesto que sé que mi juego se vuelve serio e intimidante cuando los demás no se ríen de mí y me toman por lo que finjo ser.
Tomarse en serio cuando se representa sin cesar una burda comedia significa que la conciencia toma la loca resolución de ser para sí seria contra la evidencia de la comedia de ser que ha decidido representar.
Ser idiota en serio no es más que ser un cretino irrecuperable que ignora su cretinismo y vive en la tiniebla insondable de la tontería; la seriedad de la idiotez consiste aquí en ser idiota en el modo de la cosa o del vegetal.”
Paro acá. Me entero que está cayendo el “Wachovia Bank” y el bajón que me provoca la noticia me impide continuar.
M. le Ch.
ESTUVO EN LO DE PIAZZA
CANTAR DE GESTA
EN VASIJA DE NYLON
LA TOME CON EL CID
(UN CAMPEADOR COPADO)
PERO ALGO HABIA EN ELLA
Y EMPECE A VOLAR DE COSTADO
POR TODA LA ENFERMERIA
CON VARIOS NIÑOS MIRANDO
NO ERA TAN MALO, NO...
ME CONVERTI EN VELOCIRRAPTOR
Y LAS BABOSAS, HIJAS DE LA HUMEDAD,
FUERON MI SNACK
domingo, 14 de septiembre de 2008
YO QUIERO VER UN TREN
Basada en el cuento del autor estadounidense A. J. Deutsch “Un túnel llamado Moebius” (1950), la historia se centra en un subte porteño que lleva algo mas de 30 pasajeros y de pronto desaparece en el circuito cerrado del sistema de vías. Se lo puede escuchar desde los andenes, da muestras en los tableros de control de estar funcionando, pero nadie puede saber donde está. Hasta que luego de fallidas y misteriosas teorías ingenieriles, un topólogo es contactado para resolver el enigma. Intrigas varias y toques filosóficos abundarán de cara al final del filme.
Mérito enorme el de Mosquera y su aventurada decisión de ponerse al frente de un equipo de jóvenes estudiantes de cine, apostando a un género destinado en estas pampas exclusivamente, parece ser, al cómic o a la literatura. Más allá de algunas actuaciones medio flojonas, nunca se pierde el interés en la trama, tal vez marcada, creo, por esa cosita de lo que está bajo nuestro, lo que no se ve, la sensación de otra dimensión, lo cual seduce, claro, acá y en la China.
“Moebius” es una de esas perlitas que están juntando polvo en cualquier videoclub de barrio (si se tiene la suerte de encontrarla), así que un par de soplidos limpiadores a la cajita de VHS ó DVD y a degustar buen cine argentino.
E.P.O.
TALENTO ARGENTINO
SE HABLA MUCHO DEL TEATRO DE SPREGELBRUD Y TOLCACHIR, PERO LA POSTA EN LA MOVIDA INDEPENDIENTE PASA POR MARCEL BOUFARRÉ, QUE EN BREVE ESTARÁ DANDO CLASES DE ACTUACIÓN EXCLUSIVAS PARA LECTORES DE ROBESPIERRE CON POLERA.
BASTA TAN SOLO NOMBRAR TREMEBUNDAS OBRAS COMO "CHICHIPIOS EN PUGNA" O "LA MUERTE NO TAN COPADA DE UN CHAJÁ" PARA DARSE CUENTA DE QUIEN ESTAMOS HABLANDO.
SU NUNCA CLARA RELACION CARNAL CON ANDRÓMEDO, SU CANICHE-CÁBALA MUERTO HACE UN PAR DE AÑOS, NO ALCANZA PARA OPACAR TANTO TALENTO.
martes, 2 de septiembre de 2008
PREPARAME EL QUEROSENE
FEAR FACTOR
lunes, 18 de agosto de 2008
¿QUÉ TAL BOB?
Primero fue la reunión en 1988, casi casual diría, de cinco viejitos piolas que dio forma a ese increíble trabajo llamado The Traveling Wilburys. Junto a Roy Orbison, Tom Petty, George Harrison (como se te extraña, viejo …) y el ex líder de la E.L.O. Jeff Lynne, Dylan se sacaba el polvo y empezaba a afilar las garras nuevamente.
Renovado, para laburar “Oh Mercy” tomó la sabia decisión de apelar al exitoso productor Daniel Lanois (cerebro al mando de las consolas en los brillantes “So” de Peter Gabriel en el ´86 y “The Joshua Tree” de U2 un año después), quien además toca varios instrumentos en el disco.
Las eléctricas y pegadizas “Political world” y “Everything is broken”, la bella “Ring them bells” (Bob al piano), “Man in the long black coat”, donde se luce una guitarra de doce cuerdas, y la balada del final, “Shooting star”, son un monumento a la canción perfecta. Pero la otra mitad del álbum (tiene 10 temas) también merece ser apreciada
largamente. Y la voz nasal de Robert Allen Zimmerman, claro, imperfecta, desafinada a veces, única, como su forma de ver el mundo a través de casi cinco décadas.
Sugerencias para su escucha: si entiende inglés, todo bien. Si no caza una, busque las letras en castellano en Internet, o en alguna “Toco y canto” o “Cantarock” semienterrada en vaya a saber qué librería de Av. Corrientes. Es fundamental entender lo que dicen: no olvidar que fue Bob, a mediados de los ´60, quien más incitó a los mismísimos Fab Four a escapar para siempre de los “ella te ama”, “y yo la amo”, “dame tu mano” y “yeah yeah yeah”.
CUIDATE "RONALDIÑO"
ACTUALMENTE DIRIGE LAS DIVISIONES INFERIORES DEL POMONA Y AL ESTILO DE UN MOISES FUTBOLISTICO QUE DIVIDE LAS AGUAS ENTRE LOS PICAPIEDRAS Y LOS ILUMINADOS, ENTREGA A PRINCIPIO DE TEMPORADA A CADA UNO DE SUS ZAGUEROS PUPILOS TABLAS CON EL "NO PASARÁS" TALLADO EN ONIX.
EN UN APORTE AL DEPORTE NACIONAL SIN PRECEDENTES, ROBESPIERRE CON POLERA LO SACA DEL GERIÁTRICO, LO RECUPERA, LE GARPA LOS TRASLADOS Y LO PONE A DISPOSICIÓN DEL CHECHO.
VERSO LIBRE
DE POP STAR
TE GUSTA MANOSEAR
COMO PIEZAS DE ORFEBRE
MIS DOS TRENZAS ONAS
FANTASEANDO NOCHEBUENAS
BAI MAI SAID
PERO MI PLUMAJE HIPERBOREO
ME PROTEJE DE FANS
MERRY CHRISTMAS, BEIBI
LA INVENCIÓN DE LA ARANDELA
Y SEPARAR EN SILABAS “PAQUIDERMO”
NO ME DEJA TIEMPO PARA EL AMOR
Y REGORDETA
DE UN ENAJENADO
WINNIE THE POOH
ME SOBREVUELA
PARECE QUE EL OTRORA
EDULCORADO OSITO DE CUENTOS
SE TOMO UN "TROLI" DE BORDOLINO
(DE UN SAQUE)
Y ME MOLESTA, ME DICE COSAS:
"YO CONGELE A DISNEY"
"SOY BI-CAMPEON DE OUIJA"
"ESAS MEDIAS NO PEGAN
CON TU LEVITA"
Y NO SE CUANTAS
BARBARIDADES MAS
TENGO MEDO
Y ME ATUTO
BÚ